El primer recurso que se utiliza es el incremento del deducible. Este recurso es bastante bueno, incluso recomendable sobre todo en edades altas, de 55 años hacia arriba.

A cierta edad incluso se da un fenómeno a interesante, que hay que valuar cotizando en línea de la mano de tu agente de seguros: Un poco de números. Digamos que subimos el deducible de 5,000 a 25,000, y la prima baja en 20,000 pesos. ¿Conviene el cambio? Probablemente si. Si no hay enfermedad el asegurado ahorró 20,000 pesos. Si hay una enfermedad, quedó a mano con el cambio. Si hay dos enfermedades o más tendrá la pérdida de cada deducible excedente por pagar.

El siguiente recurso para bajar el costo es cambiar a un plan inferior aún cuando sacrifiquemos nivel de hospitales.

Bajar suma asegurada es otra alternativa aunque no modifica sustancialmente la prima. La más inconveniente a mi forma de ver es subiendo el coaseguro, lo que incrementa la participación del asegurado y generalmente la prima cambia apenas un poco.

No cabe duda que la póliza de gastos médicos es un lujo y tranquilidad. Si puedes dártelo y pagarlo, bien vale la pena. Ningún enfermo se ha arrepentido a la fecha de haber comprado una póliza, máxime si su enfermedad ha sido costosa.